lunes, 23 de enero de 2012

L.

He estado observando la ventana durante dos horas. ¿qué hay detrás? delante, estoy yo. Bueno, para los ojos curiosos de fuera, yo estoy dentro y ellos dejan al viento jugar con su piel, ambos fríos. Es octubre. No tengo ganas de salir. O si. 
( ¿Dónde estás? )

Sigo mirando la ventana. Es como muy tímida, no habla. Tal vez si, y soy yo la que se ha quedado sorda. Es que he preparado te y sólo me queda su madera para ofrecerle un poco de mi infusión de ortiga. Tú no estás. Te has esfumado como los cigarros de Nicole. No como los que se fumaba sino como los que ya no se fuma. Ni los compra para matarlos lentamente a caladas profundas que contienen pensamientos, sentimientos, lavadoras para tender, meriendas, mi voz, mis ideas, mis textos en sus labios. Ya no eres ni ceniza, sólo polvo de ceniza en mis sueños raídos por hombres de letras que se fueron mucho antes que tu. 
¿qué haces ahora?

Creo que ha empezado a llovisquear. Los cristales desvelan las lágrimas desnudas. Mejor que llore el cielo y no yo. Mejor que sufran los cristales y no yo. Mejor. 
(¿mejor?) 

Sí, ahora sí que llueve. Muy fuerte, muy salvaje. Gotas gordas y sonoras que manchan mis ojos sin mojarlos. Gotas que cantan en mis orejas pequeñas, de porcelana. Por eso siempre sujetabas bien mi cabeza; por eso siempre rodeabas con tus dedos la cuna donde dormían tus palabras de buenas noches. Querías que estuviesen a salvo, y a mi no me gustaba. Ahora comprendo. Pues no es que rechace tu sutil y carnal cuna de palabras, ya que ahora comprendo, sólo que antes, antes no me gustaba que tocases mis orejas; no con los dedos, tal vez sí con los labios...
(¿me escuchas?)

Cierto. te has ido. Qué vas a escuchar que no sean los martillos ayudando a los clavos a entrar en las suelas de los zapatos, qué... (¿llueve en Zurich?) voy a poner un poco de música. Sólo un poquito, no quiero interrumpir a las gotas. No quiero molestar la ventana. No quiero recordar que sólo yo, escucharé esta canción rodeada de silencio. 
(¿sabes que canción es?)

"don't be afraid, it's only love". El cantante no se cansa de repetírmelo. Yo no me canso de escucharle. "love is simple", prosigue. Una y otra vez. Demasiadas veces como para ser cierto. Demasiadas veces para no ser verdad. Si lees esto corrígeme, pues no sé que pensar en realidad. Cierto, falso. Quizá no es ninguno de los dos. Tal vez sea únicamente simple sin ser cierto o falso. Simple. El amor es simple. 
(¿cómo he llegado entonces a hablar sola con la ventana, preguntándole dónde estás tu?) 






Lotta Fábregues.

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